Ocupadas en la Obra
"Y el Dios de paz (...) os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad" Heb 13: 20-21
miércoles, 30 de julio de 2014
Creada para ser su ayuda idonea ♥
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miércoles, 2 de abril de 2014
Carácter de los novios CRISTIANOS!
Los atributos de novios que poseen carácter cristiano
1. Los novios con carácter dicen, “no estaremos solos en un lugar no público”.
2. Los novios con carácter dicen, “no tentaremos el uno al otro”.
3. Los novios con carácter dicen, “esperaremos hasta después de casarnos
para conocer los beneficios físicos del matrimonio”.
4. El novia/la novia con carácter dice, “trataré a mi novio/novia en la forma que desearía que trataran a mi propio hijo/hija algún día”.
5. Los novios con carácter siempre se preocupan por los deseos de sus padres.
6. El novio con carácter no dará a su novia un regalo esperando algo inapropiado en cambio.
7. La novia con carácter no hará cosa alguna que provoque una tentación para su novio.
8. Los novios con carácter dicen, “mi propio placer personal no es mi único deseo; creo que es importante agradar a Dios y a mis padres”.
9. Los novios con carácter dicen, “nos mantendremos puros; cuando lleguemos al altar matrimonial, ambos seremos puros”.
10. Los novios con carácter deben acordarse de que ellos algún día también tendrán hijos; y, como padres, desearán que sus hijos se comporten de cierta manera cuando tengan novias; entonces, deben vivir con un buen ejemplo.
11. Los novios con carácter nunca estarán solos en un lugar oscuro.
12. Los novios con carácter no andarán tocándose inapropiadamente, pues esto les puede llevar a la inmoralidad.
13. Los novios con carácter no se hablarán uno al otro en forma sugerente.
14. Los novios con carácter no estarán escondiendo nada de sus padres.
15. Los novios con carácter hacen planes para una cita, en vez de permitir que una cita “ocurra”.
Después de leer este material, el que posee carácter ocupará más tiempo desarrollando su propio carácter, que en señalar las fallas en el carácter de otros.
martes, 1 de abril de 2014
Hasta cuando me perdona Dios?
Muchos vivimos actualmente recordando nuestro mal pasado y de está forma sintiéndonos mal en el presente, creyendo en muchas ocasiones que no hemos sido perdonados o que no merecemos perdón.
La Biblia dice: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18 (Reina-Valera 1960). Eso significa que para recibir perdón de nuestro pecados, no importando como fueron, donde fuero, ni cuando fueron, lo único que necesitamos es ir delante de Dios, reconocer nuestros pecados y pedir perdón, porque si hacemos eso automáticamente Él nos perdona.
La Biblia dice: “Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados”. Isaías 43:25 (Nueva Versión Internacional). Leer siempre este verso me hace comprender que el perdón que recibo de Dios, no proviene de un merecimiento que hice, sino mas bien del amor puro que Dios nos tiene y ese mismo amor le hace olvidar nuestros pecados.
Ahora bien, si Dios nos perdona, ¿Por qué nosotros seguimos empecinados en no creernos perdonados?, ¿Por qué seguimos creyendo que lo que hicimos fue demasiado “grande” como para recibir perdón?, y es que cuando Dios nos perdona, no lo hace midiendo tu pecado, simplemente Él ve la sangre de Jesucristo en tu vida, y si tu arrepentimiento es verdadero, el te perdona.
Lastimosamente nosotros categorizamos el pecado en grande y pequeño, pero Dios no mide lo grande de tu pecado o lo pequeño que fue, Él te otorga el mismo perdón no importando tu pecado y es tan hermoso Dios que hecha tus pecados al fondo del mar, es decir, se olvida por completo de lo que hiciste y jamás te lo recordará: “Volverás a tener compasión de nosotros. ¡Aplastarás nuestros pecados bajo tus pies y los arrojarás a las profundidades del océano!” Miqueas 7:19 (Nueva Traducción Viviente).
¿Te sientes sucio?, ¿Sientes que has pecado de la manera mas vil?, ¿Consideras que lo que hiciste no tiene perdón?, pues déjame decirte que DIOS QUIERE PERDONARTE.
¿Qué necesitas para recibir el perdón de Dios?
Reconocer tu error o que pecaste, tener conciencia pura de que lo que hiciste estuvo mal.
Estar arrepentido genuinamente por lo que hiciste, es decir no querer repetir ese error.
Pedir perdón a Dios, quien te lo otorgara enseguida.
Cuando tu vienes delante de Dios y reconoces tu pecado, estas arrepentido y le pides perdón a Dios, tienes que tener la SEGURIDAD de que DIOS TE PERDONA.
Cuando Dios te perdona quiere al mismo tiempo que estés seguro de que esa situación esta olvidada y que ahora tienes una nueva oportunidad para mejorar, para vivir de otra manera o para mostrar que realmente quieres hacer lo correcto.
La voluntad de Dios es que puedas sentirte libre de la carga del pecado, y eso solo se logra creyendo en el perdón que Dios nos otorga. Por lo tanto ya no sigas pensando que no tienes perdón, ni que lo que hiciste fue demasiado malo, porque Dios no te perdona por lo poco o mucho que hiciste, sino porque simplemente TE AMA.
¡Vamos! ¡Levántate este día!, ya no sigas creyendo que no has sido perdonado, si reconociste tu error y te arrepentiste genuinamente, entonces tienes que estar seguro que en el momento que le pediste perdón a Dios, Él te lo otorgo
¡Él te ha hecho libre! ¡Vive tu vida reconociendo tu libertad en Él!
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”
Juan 8:36 (Reina-Valera 1960)
miércoles, 19 de marzo de 2014
Realmente libres?
Muchos vivimos actualmente recordando nuestro mal pasado y de está forma sintiéndonos mal en el presente, creyendo en muchas ocasiones que no hemos sido perdonados o que no merecemos perdón.
La Biblia dice: “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.” Isaías 1:18 (Reina-Valera 1960). Eso significa que para recibir perdón de nuestro pecados, no importando como fueron, donde fuero, ni cuando fueron, lo único que necesitamos es ir delante de Dios, reconocer nuestros pecados y pedir perdón, porque si hacemos eso automáticamente Él nos perdona.
La Biblia dice: “Yo soy el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados”. Isaías 43:25 (Nueva Versión Internacional). Leer siempre este verso me hace comprender que el perdón que recibo de Dios, no proviene de un merecimiento que hice, sino mas bien del amor puro que Dios nos tiene y ese mismo amor le hace olvidar nuestros pecados.
Ahora bien, si Dios nos perdona, ¿Por qué nosotros seguimos empecinados en no creernos perdonados?, ¿Por qué seguimos creyendo que lo que hicimos fue demasiado “grande” como para recibir perdón?, y es que cuando Dios nos perdona, no lo hace midiendo tu pecado, simplemente Él ve tu arrepentimiento genuino y te otorga ese perdón que necesitas.
Lastimosamente nosotros categorizamos el pecado en grande y pequeño, pero Dios no mide lo grande de tu pecado o lo pequeño que fue, Él te otorga el mismo perdón no importando tu pecado y es tan hermoso Dios que hecha tus pecados al fondo del mar, es decir, se olvida por completo de lo que hiciste y jamás te lo recordará: “Volverás a tener compasión de nosotros. ¡Aplastarás nuestros pecados bajo tus pies y los arrojarás a las profundidades del océano!” Miqueas 7:19 (Nueva Traducción Viviente).
¿Te sientes sucio?, ¿Sientes que has pecado de la manera mas vil?, ¿Consideras que lo que hiciste no tiene perdón?, pues déjame decirte que DIOS QUIERE PERDONARTE.
¿Qué necesitas para recibir el perdón de Dios?
Reconocer tu error o que pecaste, tener conciencia pura de que lo que hiciste estuvo mal.
Estar arrepentido genuinamente por lo que hiciste, es decir no querer repetir ese error.
Pedir perdón a Dios, quien te lo otorgara enseguida.
Cuando tu vienes delante de Dios y reconoces tu pecado, estas arrepentido y le pides perdón a Dios, tienes que tener la SEGURIDAD de que DIOS TE PERDONA.
Cuando Dios te perdona quiere al mismo tiempo que estés seguro de que esa situación esta olvidada y que ahora tienes una nueva oportunidad para mejorar, para vivir de otra manera o para mostrar que realmente quieres hacer lo correcto.
La voluntad de Dios es que puedas sentirte libre de la carga del pecado, y eso solo se logra creyendo en el perdón que Dios nos otorga. Por lo tanto ya no sigas pensando que no tienes perdón, ni que lo que hiciste fue demasiado malo, porque Dios no te perdona por lo poco o mucho que hiciste, sino porque simplemente TE AMA.
¡Vamos! ¡Levántate este día!, ya no sigas creyendo que no has sido perdonado, si reconociste tu error y te arrepentiste genuinamente, entonces tienes que estar seguro que en el momento que le pediste perdón a Dios, Él te lo otorgo.
¡Él te ha hecho libre! ¡Vive tu vida reconociendo tu libertad en Él!
“Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”
Juan 8:36 (Reina-Valera 1960)
viernes, 21 de febrero de 2014
Dios está en control
Erase una vez, en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles amigos que soñaban en grande sobre lo que el futuro deparaba para ellos.
El primer arbolito miró hacia las estrellas y dijo: "Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y de piedras preciosas. Yo seré el cofre de tesoros mas hermoso del mundo".
El segundo arbolito observó el pequeño arroyo en sus camino hacia el mar y dijo: "Yo quiero viajar a través de mares inmensos y llevar conmigo a reyes poderosos. Yo seré el barco mas importante del mundo".
El tercer arbolito miró hacia el valle y vio a hombres agobiados de tantos infortunios, fruto de sus pecados y dijo: "Yo no quiero jamas dejar la cima de la montaña. Quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se detenga a mirarme, levanten su mirada al cielo y piensen en Dios. Yo seré el árbol mas alto del mundo".
Los años pasaron. Llovió, brilló el sol y los pequeños árboles se convirtieron en majestuosos cedros. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miró al primer árbol y dijo: "¡Qué árbol tan hermoso!", y con la arremetida de su hacha el primer árbol cayó. "Ahora me deberán convertir en un cofre hermoso, voy a contener tesoros maravillosos", dijo el primer árbol.
Otro leñador miró al segundo árbol y dijo: "¡Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mi!". Y con la arremetida de su hacha, el segundo árbol cayó. "Ahora deberé navegar mares inmensos", pensó el segundo árbol, "Deberé ser el barco mas importante para los reyes mas poderosos de la tierra".
El tercer árbol sintió su corazón hundirse de pena cuando el último leñador se fijó en el. El árbol se paró derecho y alto, apuntando al cielo. Pero el leñador ni siquiera miró hacia arriba, y dijo: "¡Cualquier árbol me servirá para lo que busco!". Y con la arremetida de su hacha, el tercer árbol cayó.
El primer árbol se emocionó cuando el leñador lo llevó al taller, pero pronto vino la tristeza. El carpintero lo convirtió en un pequeño cesto para alimentar animales. Aquel árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni contuvo piedras preciosas. Solo contenía pasto.
El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevó cerca de un embarcadero. Pero pronto se entristeció porque no era el mar sino un lago. No habían por allí reyes sino un pequeño pueblo. En lugar de convertirse en el gran barco de sus sueños, hicieron de el una simple barcaza, demasiado chica y débil para navegar en el océano. Allí quedó en el lago con sus simples habitantes que nada de importancia tienen para la historia.
Pasó el tiempo. Una noche, brilló sobre el primer árbol la luz de una estrella dorada. Una joven puso a su hijo recién nacido en aquel humilde pesebre. "Yo quisiera haberle construido una hermosa cuna", le dijo su esposo... La madre le apretó la mano y sonrió mientras la luz de la estrella alumbraba al niño que apaciblemente dormía sobre la paja y la tosca madera del pesebre. "El pesebre es hermoso" dijo ella y, de repente, el primer árbol comprendió que contenía el tesoro mas grande del universo.
Pasó el tiempo. Una noche, brilló sobre el primer árbol la luz de una estrella dorada. Una joven puso a su hijo recién nacido en aquel humilde pesebre. "Yo quisiera haberle construido una hermosa cuna", le dijo su esposo... La madre le apretó la mano y sonrió mientras la luz de la estrella alumbraba al niño que apaciblemente dormía sobre la paja y la tosca madera del pesebre. "El pesebre es hermoso" dijo ella y, de repente, el primer árbol comprendió que contenía el tesoro mas grande del universo.
Pasaron los años y una tarde, un gentil maestro de un pueblo vecino subió con unos pocos seguidores a bordo de la vieja barca de pesca. El maestro, agotado, se quedó dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente sobre el lago. De repente, una impresionante y aterradora tormenta se abatió sobre ellos. El segundo árbol se llenó de temor pues las olas eran demasiado fuertes para la pobre barca en que se había convertido. A pesar de sus mejores esfuerzos, le faltaban las fuerzas para llevar a sus tripulantes seguros a la orilla. ¡Naufragaba!. ¡que gran pena, pues no servía ni para un lago!. Se sentía un verdadero fracaso. Así pensaba cuando el maestro, sereno, se levanta y, alzando su mano dio una orden: "calma". Al instante, la tormenta le obedece y da lugar a un remanso de paz. De repente el segundo árbol, convertido en la barca de Pedro, supo que llevaba a bordo al rey del cielo, tierra y mares.
El tercer árbol fue convertido en sendos leños que por muchos años fueron olvidados como escombros en un oscuro almacén militar. ¡Qué triste yacía en aquella penuria inútil, qué lejos le parecía su sueño de juventud!
De repente una mañana, unos hombres violentos tomaron bruscamente esos maderos. Pero nada le importaba a este árbol porque no importaba lo que hicieran con él, nunca lo volerian a la cima de la montaña ni sería el arobl mas grande del mundo, su sueño jámas se cumpliria, nadie al verlo recordaria a Dios, el árbol estaba seguro. El tercer árbol se asombró al ver una multitud enojada, que le gritaban, insultaban pero otros lloraban, no entendi que tenian contra él, y se horrorizó al ser forzado sobre las espaldas de un hombre que había sido golpeado. Aquel pobre preso lo cargó, doloroso, por las calles ante la mirada de todos. Al fin llegaron a una loma fuera de la ciudad y allí le clavaron manos y pies. Quedo colgado sobre los maderos del tercer árbol y, sin quejarse, solo rezaba a su Padre mientras su sangre se derramaba sobre los maderos. el tercer árbol se sintió avergonzado, pues no solo se sentía un fracasado, se sentía además cómplice de aquél crimen ignominioso. Se sentía tan vil como aquellos blasfemos ante la víctima levantada.
Pero en la mañana, cuando al brillar el sol, la tierra se estremeció bajo sus maderas, el tercer árbol comprendió que algo muy grande había ocurrido. De repente todo había cambiado. Sus leños bañados en sangre ahora refulgían como el sol. ¡Se llenó de felicidad y supo que era el árbol mas valioso que había existido o existirá jamás pues aquel hombre era el rey de reyes y se valió de el para salvar al mundo!
La cruz era trono de gloria para el rey victorioso. Cada vez que la gente piense en él recordarán que la vida tiene sentido, que son amados, que el amor triunfa sobre el mal. Por todo el mundo y por todos los tiempos millares de árboles lo imitarán, convirtiéndose en cruces que colgarán en el lugar mas digno de iglesias y hogares. Así todos pensarán en el amor de Dios y, de una manera misteriosa, llegó a hacerse su sueño realidad. El tercer árbol se convirtió en el mas alto del mundo, y al mirarlo todos pensarán Dios.
No importa el panorama, el tiempo, las circunstancias que te rodeen, los comentarios de las personas cercanas a ti, ni lo que tu misma mente te quiera hacer creer, lo que realmente importa es que DIOS NO FALLA y Él hará en tu vida lo que ha prometido hacer, pase lo que pase, Dios cumplirá.
"Jehová cumplirá el propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos"
Salmos 138:8
martes, 18 de febrero de 2014
CONSEJOS PARA CASARTE CON LA PERSONA EQUIVOCADA
Consejo # 1- Espera que él / ella cambie después de haberte casado.
El error clásico. Nunca te cases con el potencial. La regla de oro es: si no estás contento con la persona así como ella es ahora, no te cases. Como dijo un colega muy sabio: "Realmente puedes esperar que cambien las personas después de casarse... ¡pero para mal!".
Respecto a la espiritualidad de la otra persona, su carácter, higiene, formas de comunicación, hábitos personales, debes estar seguro de que puedes vivir con ellos en el estado en que se encuentran ahora.
Consejo # 2 - Enfócate más en la química que en el carácter.
La química enciende el fuego, pero el carácter lo mantiene prendido. Ten cuidado con el síndrome de "estoy enamorado". "Estoy enamorado" generalmente significa, "Tengo deseo". La atracción está ahí, pero ¿alguna vez has investigado cómo es el carácter de la otra persona?
Aquí tienes cuatro cualidades de carácter que definitivamente tienes que revisar:
Humildad: ¿Acaso esta persona cree que "hacer lo que es correcto es más importante que la comodidad personal?
Bondad: ¿Esta persona disfruta de dar placer a otras personas? ¿Cómo trata a la gente con la que no tiene la obligación de demostrarle su bondad? ¿Hace algún trabajo voluntario? ¿Da caridad?
Responsabilidad: ¿Puedo depender de esta persona?
Felicidad: ¿Esta persona se quiere a sí misma? ¿Disfruta de la vida? ¿Es emocionalmente estable?
Pregúntate: ¿Me gustaría ser como esta persona? ¿Me gustaría tener hijos con esta persona? ¿Me gustaría que mis hijos se parezcan a ella?
Consejo # 3 – (sólo para hombres) No entiendas lo que necesita una mujer.
Los hombres y las mujeres tienen necesidades emocionales únicas, y comúnmente, el hombre es quien simplemente "no entiende" la necesidad del otro. La tradición judía pone la carga sobre el hombre para que pueda entender las necesidades emocionales de una mujer y las satisfaga.
La necesidad intrínseca de la mujer es ser amada - sentir que es la persona más importante en la vida de su esposo. El esposo le debe dar una atención coherente y cualitativa.
Esto es muy claro en la perspectiva del judaísmo en cuanto a la intimidad. La Torá obliga al marido a conocer las necesidades sexuales de su esposa. La intimidad sexual está siempre bajo los términos de la mujer. Los hombres se rigen bajo objetivos, especialmente cuando nos referimos a esta área. Una mujer muy sabia dijo: "Los hombres tienen dos velocidades: Prendido y apagado". Las mujeres se basan en la emoción de la experiencia. Cuando un hombre cambia el rumbo y se deja orientar por esa experiencia emocional, descubre qué es lo que hace a su mujer tan feliz. Cuando un hombre olvida sus propias necesidades y se dedica a brindarle placer a su esposa, ocurren cosas increíbles.
Consejo # 4 – Escoge alguien con quien no compartas objetivos y prioridades de vida semejantes.
Hay tres formas básicas de conectarte con otra persona:
Química y compatibilidad.
Compartir intereses comunes.
Compartir un objetivo de vida similar.
Debes asegurarte de que compartes el nivel más profundo de conexión que es el compartir objetivos de vida similares. Después del matrimonio, van a crecer juntos o separados, es por eso que deben averiguar "para qué viven" mientras están solteros. Después de saber esto deben buscar a alguien que tenga la misma expectativa.
Esta es la definición verdadera de "alma gemela”. Un alma gemela es un compañero de objetivos - dos personas que finalmente compartirán el mismo entendimiento del objetivo de la vida, y por lo tanto compartirán las mismas prioridades, valores y metas.
Consejo # 5 - Involúcrate sexualmente muy rápido.
El hecho de involucrarse sexualmente antes del matrimonio puede ser un gran problema porque nubla la investigación honesta de los temas importantes. Las relaciones prematrimoniales tienden a nublar la mente, y en ese estado no se pueden tomar buenas decisiones.
No es indispensable "probarlo" para darte cuenta de que una pareja es sexualmente compatible. Si haces tu tarea y te das cuenta de que son intelectual y emocionalmente compatibles, no tienes que preocuparte de la compatibilidad sexual. En todos los estudios hechos sobre el divorcio, la incompatibilidad sexual nunca ha sido citada como la razón principal por la cual la gente se divorcia.
Consejo # 6 – Escoge alguien con quien no tengas una conexión emocional profunda.
Para evaluar si tienes o no una conexión emocional profunda con la persona, pregúntate: "¿Respeto y admiro a la persona?".
Esto no significa: "Estoy impresionado con esta persona". Nos impresionamos con un Mercedes Benz. No respetamos a alguien porque es dueño de un Mercedes. Debes admirar las cualidades como su creatividad, lealtad, determinación, etc.
También pregúntate: ¿Confío en esta persona? Esto también significa: ¿Es emocionalmente estable? ¿Siento que puedo depender de ella?
Consejo # 7- Escoge alguien con quien no te sientas emocionalmente estable.
Hazte las siguientes preguntas: ¿Me siento calmado, en paz y relajado con esta persona? ¿Puedo ser yo mismo y expresarme por completo con esta persona? ¿Me hace sentir bien sobre mí mismo? ¿Tienes algún amigo cercano que te hace sentir de esta forma? ¡Asegúrate de que la persona con quien te cases te haga sentir de la misma forma!
¿Tienes miedo de esta persona (de cualquier forma posible)? No debes sentir que tienes que monitorear lo que dices porque tienes miedo de cómo la otra persona lo verá. Si tienes miedo de expresar tus emociones y opiniones abiertamente, hay un problema en la relación.
Otro aspecto de sentirte tranquilo es que no sientas que la otra persona está tratando de controlarte. Los comportamientos que buscan controlar son signos de una persona abusiva. Hay una diferencia muy grande entre "controlarte" y "darte sugerencias". Una sugerencia está hecha para beneficiarte; un comentario que te controla está hecho para el beneficio del otro.
Consejo # 8 – No pongas todo sobre la mesa.
Cualquier cosa que te moleste sobre la relación debe ser hablada. Hablar sobre temas incómodos es la única forma de evaluar cómo los dos se comunican, negocian y trabajan unidos. A lo largo de la vida surgen dificultades inevitables. Tienes que saber algo antes de hacer un compromiso: ¿Puedes resolver tus diferencias y encontrar acuerdos que sirvan para los dos?
Nunca tengas miedo de decirle a la otra persona lo que te molesta. Esta es también una forma de probar cuán vulnerable puedes ser con esta persona. Si no puedes ser vulnerable, no puedes tener confianza, y estas dos cosas van de la mano.
Consejo # 9 - Ve la relación como un escape a tus problemas personales y a la infelicidad.
Si eres infeliz y soltero, probablemente estarás infeliz cuando te cases también. El matrimonio no arregla tus problemas emocionales, personales y psicológicos. El matrimonio sólo puede llegar a incrementarlos.
Si no estás contento contigo mismo y con tu vida, toma la responsabilidad de arreglar ese problema mientras estás soltero. Te vas a sentir mejor, y tu cónyuge te lo agradecerá también.
Consejo # 10 – Escoge alguien que forme parte de un triángulo.
Ser parte de "un triángulo" significa que la persona emocionalmente depende de algo o alguien mientras trata de desarrollar otra relación. Una persona que no se ha separado de sus padres es el ejemplo clásico del "triángulo". La gente también puede formar parte de un "triángulo" con cosas como las drogas, el Internet, los pasatiempos, el dinero, los deportes.
Cuídate de que tu pareja y tú estén libres de esto. La persona que forma parte de un "triángulo" no puede estar emocionalmente disponible para ti. No serás su prioridad. No es una base para formar un buen matrimonio.
Tomado del facebook del Misionero Miguel Galesio
martes, 28 de enero de 2014
La luz no puede evitar brillar
Las muchas palabras pueden abundar en nuestra boca, pero solo se quedan en palabras cuando nuestras acciones no son el reflejo de esas palabras.
Podes hablar muy bonito, podes saber mucho de la Biblia, podes orar de una forma excelente, tu voz puede parecerse a la de un ser angelical, pero si tu vida no refleja todo lo que dices, entonces es un vil mentira.
En el cristianismo lo que cuenta son las acciones y no tan solo las palabras. Si yo digo amar a Dios pero mi vida es desordenada y vacía en cuando a mis acciones, entonces ¿Dónde está el amor que digo tener por Dios?, ese amor me tendría que llevar a vivir una vida agradable a Dios, una vida que refleje mi amor por Dios, una vida que tendría que ser ejemplo para otros que cómo yo aman y quieren obedecer a Dios.
Hoy en día todos nos hacemos sabios, queriendo dar consejos a medio mundo de lo que tienen o no tienen que hacer. Las redes sociales hoy están llenas de gente “sabia” que escribe cada frase que se le viene a la mente sin pensar realmente si es acertado lo que se dice o no.
Por ejemplo: Mientras muchos “cristianos” se esmeran en recalcarle a la gente que no tienen que hacer 'exhibicionismo religioso' en su “Facebook” porque Dios no tiene Facebook, yo leo la Biblia que dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.” 1 Timoteo 2:8 (Reina-Valera 1960).
Ahora bien, yo me hago una pregunta: ¿Qué prefiere Dios?, ¿que publiquemos fotos “sexys”, videos “chistosos”, memes, palabras y frases fuera de lugar que dejan en evidencia lo que nuestro corazón contiene?, yo no se vos, pero en lo personal prefiero que escriban cuantos versículos quieran en su Facebook, porque aunque algunos lo pueden interpretar mal.
Insisto: Es preferible escribir versículos en tu Facebook que escribir otra clase de publicaciones que lo único que hacen es dejar en evidencia el mal testimonio que das y la falta de comunión con Dios que hay en ti. Con esto no quiero decirte lo que tienes o no que publicar en tu muro, eres libre de escribir y publicar lo que quieras, pero por favor, si eres cristiano de verdad no evites que otros quieran manifestar en publico lo que tú no puedes o no quieres y lejos de hacer, permites que tus publicaciones sean hasta de tropiezo a otros que lastimosamente te tienen como ejemplo de cristiano.
Lo que haces o dices es el reflejo de tu comunión, no me vengas a decir que amas a Dios, que eres un excelente cristiano, si tu testimonio o tu vocabulario no reflejan que eso es así.
Jesús lo dijo de está manera:
"Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca."
Lucas 6:44-46
Todos tenemos deseos naturales hacia el mal y no los podemos ignorar. A fin de seguir la guía del Espíritu Santo debemos enfrentarlos con decisión (crucificarlos, Gálatas 5:24). Estos deseos incluyen pecados obvios tales como inmoralidad sexual y hechicería. También incluyen pecados menos obvios como la ambición, el odio y los celos. El ignorar nuestros pecados o rehusar enfrentarlos revela que no hemos recibido el don del Espíritu que guía y transforma nuestra vida.
No creas que tu pecados o habitos pecaminosos van a quedar en el secreto de tu habitación o en tu circulo de amigos no cristianos y que nadie en tu casa o en la iglesia notará que hay en tu corazón pues Gálatas 5:19 dice: "Y manifiestas son las obras de la carne"
Hoy quiero invitarte a honrar a Dios con lo que haces, con lo que dices y hasta con lo que piensas. Dios se merece todo nuestro esfuerzo, él se merece que intentemos y logremos cada día ser mejores para Él.
Debemos dedicarnos con fervor a mortificar las obras del cuerpo y a caminar en la vida nueva sin desear la vanagloria ni desear indebidamente la estima y el aplauso de los hombres, sin provocarse ni envidiarse mutuamente, sino buscando llevar esos buenos frutos con mayor abundancia, que son, a través de Jesucristo, para la alabanza y la gloria de Dios.
Que nuestras acciones honren a Dios y hablen en bien de Él porque al fin y al cabo nosotros somos representantes de Cristo en este mundo, aunque no quisiéramos que fuera así la gente pone su mirada en nosotros y en lo que hacemos y una de las mejores formas de ganar a la gente para Cristo es demostrarles que hemos sido transformados por su poder y que ya no somos los mismos que antes y que ahora vivimos para Dios.
Podes hablar muy bonito, podes saber mucho de la Biblia, podes orar de una forma excelente, tu voz puede parecerse a la de un ser angelical, pero si tu vida no refleja todo lo que dices, entonces es un vil mentira.
En el cristianismo lo que cuenta son las acciones y no tan solo las palabras. Si yo digo amar a Dios pero mi vida es desordenada y vacía en cuando a mis acciones, entonces ¿Dónde está el amor que digo tener por Dios?, ese amor me tendría que llevar a vivir una vida agradable a Dios, una vida que refleje mi amor por Dios, una vida que tendría que ser ejemplo para otros que cómo yo aman y quieren obedecer a Dios.
Hoy en día todos nos hacemos sabios, queriendo dar consejos a medio mundo de lo que tienen o no tienen que hacer. Las redes sociales hoy están llenas de gente “sabia” que escribe cada frase que se le viene a la mente sin pensar realmente si es acertado lo que se dice o no.
Por ejemplo: Mientras muchos “cristianos” se esmeran en recalcarle a la gente que no tienen que hacer 'exhibicionismo religioso' en su “Facebook” porque Dios no tiene Facebook, yo leo la Biblia que dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.” 1 Timoteo 2:8 (Reina-Valera 1960).
Ahora bien, yo me hago una pregunta: ¿Qué prefiere Dios?, ¿que publiquemos fotos “sexys”, videos “chistosos”, memes, palabras y frases fuera de lugar que dejan en evidencia lo que nuestro corazón contiene?, yo no se vos, pero en lo personal prefiero que escriban cuantos versículos quieran en su Facebook, porque aunque algunos lo pueden interpretar mal.
Insisto: Es preferible escribir versículos en tu Facebook que escribir otra clase de publicaciones que lo único que hacen es dejar en evidencia el mal testimonio que das y la falta de comunión con Dios que hay en ti. Con esto no quiero decirte lo que tienes o no que publicar en tu muro, eres libre de escribir y publicar lo que quieras, pero por favor, si eres cristiano de verdad no evites que otros quieran manifestar en publico lo que tú no puedes o no quieres y lejos de hacer, permites que tus publicaciones sean hasta de tropiezo a otros que lastimosamente te tienen como ejemplo de cristiano.
Lo que haces o dices es el reflejo de tu comunión, no me vengas a decir que amas a Dios, que eres un excelente cristiano, si tu testimonio o tu vocabulario no reflejan que eso es así.
Jesús lo dijo de está manera:
"Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian uvas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca."
Lucas 6:44-46
Todos tenemos deseos naturales hacia el mal y no los podemos ignorar. A fin de seguir la guía del Espíritu Santo debemos enfrentarlos con decisión (crucificarlos, Gálatas 5:24). Estos deseos incluyen pecados obvios tales como inmoralidad sexual y hechicería. También incluyen pecados menos obvios como la ambición, el odio y los celos. El ignorar nuestros pecados o rehusar enfrentarlos revela que no hemos recibido el don del Espíritu que guía y transforma nuestra vida.
No creas que tu pecados o habitos pecaminosos van a quedar en el secreto de tu habitación o en tu circulo de amigos no cristianos y que nadie en tu casa o en la iglesia notará que hay en tu corazón pues Gálatas 5:19 dice: "Y manifiestas son las obras de la carne"
Hoy quiero invitarte a honrar a Dios con lo que haces, con lo que dices y hasta con lo que piensas. Dios se merece todo nuestro esfuerzo, él se merece que intentemos y logremos cada día ser mejores para Él.
Debemos dedicarnos con fervor a mortificar las obras del cuerpo y a caminar en la vida nueva sin desear la vanagloria ni desear indebidamente la estima y el aplauso de los hombres, sin provocarse ni envidiarse mutuamente, sino buscando llevar esos buenos frutos con mayor abundancia, que son, a través de Jesucristo, para la alabanza y la gloria de Dios.
Que nuestras acciones honren a Dios y hablen en bien de Él porque al fin y al cabo nosotros somos representantes de Cristo en este mundo, aunque no quisiéramos que fuera así la gente pone su mirada en nosotros y en lo que hacemos y una de las mejores formas de ganar a la gente para Cristo es demostrarles que hemos sido transformados por su poder y que ya no somos los mismos que antes y que ahora vivimos para Dios.
¡Tu testimonio y tus palabras son el reflejo de tu comunión con Dios!
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